Sigo con la idea de que dormir sin interrupción por dos años sería una bendición. Y no sé, despertarme en otro lado como frutilla del postre. Qué cruel es la memoria del cuerpo.
(Dios mío, cómo quisiera propinarme un par de bofetadas y dejarme en paz un minuto).
¿Nadie necesita que le ayude en alguna tarea de literatura?
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